Parecería que el gobierno
de Carlos Joaquín es como aquel avión que sigue en la pista y aún no despega.
Carlos Joaquín cumple un
mes en el gobierno y los pasajeros empiezan a desesperarse.
Postulado bajo una
alianza entre el PAN y PRD, Carlos Joaquín se convirtió en el primer gobernador
no priista de la entidad y rompió la ruta de continuidad del grupo político del
senador Félix González Canto que, tras el sexenio de Roberto Borge, buscaba una
especie de segunda reelección o tercer sexenio, con Mauricio Góngora.
Con el paso del nuevo
gobierno se ha confirmado que más que un ‘triunfo’ de Carlos Joaquín fue una
derrota de Mauricio Góngora. Los quintanarroenses -en particular los
chetumaleños, que sufragaron al son de 2 a 1 por el aliancista- dieron un
voto de castigo a la dupla Félix-‘Beto’.
Toda una fiesta fue la
toma de protesta, en Chetumal, de Carlos Joaquín, al suponerse el derrocamiento
del régimen, caracterizado por la corrupción y el abuso, pero el ánimo se está
desvaneciendo.
Al cumplirse un mes del
nuevo gobierno, pocos son los signos de cambio o, peor aún, de buscar el
castigo a Félix González, Roberto Borge y sus secuaces.
Hasta ahora,
solo en el Congreso del estado, la llamada ‘nueva mayoría’ ha dado golpes
significativos contra la dupla Félix-‘Beto’ al prácticamente revertir el
‘paquete de impunidad’ aprobado por la anterior legislatura para ‘blindar’ al
ahora ex gobernador.
Pero Carlos Joaquín no
solo ha quedado a deber en el asunto de hace pagar sus culpas a sus dos
antecesores, sino que además ha acumulado agravios que han impactado
directamente en el ánimo de quienes los llevaron al Palacio de Gobierno.
Ya no es que ‘Beto’
Borge siga libre y campante, sino que no se observa un mecanismo que procure
castigar al ex Mandatario y su amplio séquito de depredadores.
Ante
esta ‘falta de justicia’, se suman desatinos como la desestimación de los
electores chetumaleños; la inclusión de grupos ajenos al estado, como los
poblanos, encabezados por Eukid Castañón o el ‘Grupo Tepito’ de Juan de la Luz
Enriquez o, pero aún, el despido a discreción de burócratas de la capital o la
incursión de ‘felixistas’ y ‘borgistas’ en puestos claves.
En medio de este
desastre, el área de Comunicación Social está totalmente fuera de órbita, pues
no solo está muy lejos de atender los requerimientos de los nuevos tiempos y de
la alternancia, sino que es incapaz de cumplir con lo básico para difundir los
actos del Gobernador o entender las crisis de coyuntura.
Las expectativas de
alternancia y de un gobierno diferente están aún muy lejos, y no porque apenas
lleva un mes el actual gobierno, sino porque no se ve alguna tendencia o algún
esbozo de proyecto para que las cosas cambien.
Sin novedad al frente,
hasta parecería que lo ocurrido fue un traspaso de gobierno del PRI al PRI.
Hasta ahora, lo único que ha prevalecido es aquello de “quítate tú, para que me
quede yo”. [Noticaribe|Altavoz]
0 comments:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.